Se nota la diferencia entre las personas que están habituadas a hablar con desconocidos y las que hace mucho que no hablan con alguien fuera de su círculo durante más de 5 minutos. Una de las formas de notarse esta diferencia son las maneras —the manners—: serenidad, respeto, no exigencia, temas de conversación, paciencia, capacidad de elaborar un discurso…
Hablar con desconocidos regularmente no es solo bueno: es recomendable.
Añadiendo a eso, si vas en tren y entablas una conversación con una persona desconocida te sentirás mejor, sobre todo cuando el tren tiene algún problema. Si te ríes, punto extra. Si haces reír, puede que hasta mejores el día a una persona.
Conversar con desconocidos te hace entrar en otros escenarios que no son el tuyo, y ver que hay vida más allá de lo que tú vives o conoces. Y que esa vida puede ser interesante como mínimo. En Dévé hemos hablado de empresas y de emprendimiento. De ingeniería, de arte, de moda, de forma de pensar y de hábitos de éxito.
2019 promete.