Oigo “Tiene patrimonio”, y me imagino a un hombre en la cuarentena-cincuentena bien vestido que tiene casas, inversiones, oro y algunos terrenos quizá. Es lo primero que piensa mi cabeza: mi cabeza tiene sesgos, pero como la cabeza es el cerebro y el cerebro piensa de forma más compleja, los sesgos no son motivo de angustia.
Patrimonio es lo que te da seguridad por el valor que tiene. Y en una temporada como ésta, en 2019, ya cerca del 2020, a mayor nivel de incertidumbre, mayor valor tiene lo que te puede dar seguridad. Sin embargo, últimamente aconsejan comprar experiencias, y no cosas. Y los hay que solo asocian “experiencia” a “viaje instagrameable”. De acuerdo hasta cierto punto, si incluimos los conceptos de corto y largo plazo. Pero la vida no está para caer en excesos y que nos cueste salir de ellos.
Un inciso: vamos a poner las finanzas en orden tras el verano. Óscar parece habernos visto y trae justo lo que necesitamos, la clave para recuperar nuestras finanzas del descontrol del verano.
Pero prefiero hablar de un tipo de patrimonio que defino como immaterial, como un concepto salido de la definición estándar de patrimonio. Es el que llevas dentro y el que desarrollas. Primero, desde la mente: herramientas para lidiar contigo y tu día a día, disciplina en tus hábitos y tus finanzas, madurez emocional (y resolver tus cargas emocionales), saber comunicar, empatía, etc. Sin olvidar la capacidad de tomar decisiones rentables. Segundo, desde lo social: tener buenos amigos (y serlo), tener buenos contactos. A mayor nivel de madurez, más calidad en lo social (ojo, no he dicho más cantidad). Tercero, desde lo cultural: tener algo constructivo que contar a la gente que aprecias, y ser de esas personas que despiertan “el erotismo de una charla inteligente, divertida, cómplice y picante”, como decían en Twitter hace poco.
La vida no es la fachada de Instagram, o de LinkedIn; la apariencia puede quedarse vacía o engañar. No obstante, la calidad de vida de quienes tienen este patrimonio es incuestionable. Y a eso aspiramos en Dévé. Ya sabes que somos de no limitarnos a lo superficial.
Deja que comiencen los buenos tiempos
Agradezco a los que habéis decidido ser patrocinadores de Dévé. Recibiréis las guías prometidas la semana que viene, al igual que sabremos quién tendrá el proceso de coaching a elección entre los candidatos. Si me lees y crees en este trabajo (o le das un voto de confianza), te agradezco mucho que nos patrocines: podremos seguir adelante, mejorar el contenido y llegar a más gente. Y ponernos más guapos para gustarte más y serte más útiles.