Trenes juntos, trenes revueltos.
Cuando leas este párrafo la información que leas en el mismo habrá pasado, porque comienza hablando de un aniversario, y los aniversarios son cosa de un día, en teoría. Pero no por eso vamos a obviarlo, porque cuando celebras un aniversario piensas en tu historia y en el porvenir. El 28 de octubre se declaró el Día del Tren; tal día como ese, hace 170 años, un tren funcionó en (lo que hoy llamamos) España* por primera vez, entre Barcelona y Mataró. Celebrarlo es un deber, sobre todo para quienes tienden a obviar los logros y si los celebran, lo hacen con cara seria.
Pero hoy, cuando leas este artículo, no habrá ninguna fiesta.
Más bien una guerra. Guerra de trenes.
Antes de seguir voy a presentar algunos personajes:
1. Los trenes, todos, tienen marcas. Como los teléfonos móviles, los electrodomésticos, etc. Entre todas las marcas de trenes, voy a presentar a tres: Alstom (francesa), Siemens (alemana) y Talgo (española). También está CAF (española), y Bombardier (canadiense), que hoy se quedan fuera de escena como Talgo. Luego están las marcas chinas, entre las cuales, la más peligrosa y amenazante: CRRC. Vale, iba a presentar tres, pero han sido seis.
2. La SNCF (pronunciada «es’nséf»), el ADIF + RENFE español. En Francia no es como en España, en Francia la SNCF es un holding, o sea, algo muy grande. Al estilo de Capri Holdings, supongo. Lo que caracteriza a la SNCF, entre otras cosas, es su gran experiencia, la fuerza que le ha dado ser materia de estado y la cultura que ha creado a su alrededor: en Francia la ingeniería ferroviaria está más al alcance de un candidato que en España.
3. Emmanuel Macron, el presidente de Francia, alias Júpiter.
4. El 4º paquete ferroviario. Un cambio a nivel europeo que ha sacudido a todos porque no terminamos de concebirlo. Sería liberalizar el sector ferroviario a nivel europeo, o sea, que por vías españolas puedan circular trenes de otros países y de otras compañías europeas.
5. RENFE y ADIF. Básicamente, ADIF es quien posee las vías y las estaciones y RENFE es la que posee los trenes en España. Los trenes de RENFE van por las vías de ADIF con el permiso de ADIF.
Algunos se quedarán fuera de esta historia, pero es bueno que estén en el contexto porque no será la última vez que hable de trenes.
El día que el mundo se estremece es un día de septiembre de 2017. Entre el bombardeo de noticias de todo tipo sucede algo que no sale en los telediarios, pero que para un profesional del sector era imposible mirar sin llamar al compañero de al lado y decirle «Ven a mirar esto».
Siemens y Alstom anuncian que se casan. Reality.
Ya es habitual ver empresas que se fusionan con empresas, o empresas que compran empresas, pero en este caso de trenes el asunto llamaba más la atención por tratarse de empresas rivales. Lo que se dice enemigos de siempre. Francia vs Alemania. Cada uno barre para su casa, etc. A las caras de estupefacción contenida seguían las preguntas evidentes: «¿Quién mandará?» y los «Que al menos, no salga Alstom perdiendo». Los datos de 15000 millones de euros, 60000 empleados en total y 50,67% de las acciones para Siemens muestran que va a ser el alemán el que va a mandar… pero como siempre, y también en el negocio de los trenes, con delicadeza. Transición en la que el director será el director, la sede no se moverá, etc.
«Qué fuerte», es lo que responde el compañero de al lado.
El objetivo de la unión de los dos negocios ferroviarios es a nivel fabricación de trenes de alta velocidad y señalización. Siemems tiene el Velaro; Alstom, los legendarios TGV. Necesitan juntarse y poder crear una especie de Airbus, dado que CRRC es como Boeing a Airbus. Emmanuel Macron es acusado durante septiembre de 2017 de débil y de claudicar ante los intereses alemanes, pero mantiene el pulso y la seguridad de que hay que seguir adelante con la unión, y le dice a Alstom que se tranquilice, que va a ser muy feliz en su matrimonio con Siemens.
¿Y qué? China es una amenaza siempre.
Los países que hace 10 años estaban «en vías de desarrollo», hoy están pensando en construir sistemas de transporte ferroviario. Y aquí pasa como cuando vamos a comprar: vemos la marca blanca a 1€, la marca colorida a 1,50€ y decimos: «Bah, compro la marca blanca. Total, son lo mismo». CRRC, la marca china de trenes, aspira a llevarse a los nuevos demandantes. Y los nuevos demandantes no están solo donde creemos que están: Estados Unidos está tímidamente aceptando la idea de los trenes de alta velocidad como algo interesante en un país de coches y largas distancias, países árabes están mirando cómo funciona el recién estrenado AVE a la Meca** para ver si lo piden también. Entonces entran los grandes números, la economía. Y donde está la econommía está —por supuesto— la política. Un apretón de manos entre reyes o presidentes de repúblicas no es un mero apretón de manos. Es un «vas a comprar mis trenes, o al menos, te vas a acordar de mí cuando vayas a comprarlos. Y si no, me vas a dejar a mí ser tu personal shopper«.
Pero una cosa es comprometerse y ponerse el anillo, y otra es planificar la boda y ejecutar los planes. Siemens se ha encontrado con algunos contratiempos, léase organismos reguladores que han mostrado su desacuerdo. Los argumentos del desacuerdo es que su unión perjudicará la competencia. Competencia… si de eso mismo se trata… y en China no pierden tiempo. En un mundo altamente competitivo las celebraciones, por muy entrañables que sean, se hacen pensando en lo que piensan las personas sensatas: después del cóctel y la música, hay que conducir. Así que mejor no beber.
*Lo que hoy llamamos España, porque en realidad en 1837 Cuba era colonia española, y la primera línea de tren fue entre La Habana y Güines. De modo que la primera línea de tren española no fue en la Península.
**¿Por qué lo llamáis AVE si no está en España? Debe ser por costumbre; pero en defensa tomemos que los trenes son españoles.
Imagen: Kerro_y2k (reddit)