En la actualidad la mayor parte de nuestro tiempo lo invertimos en el trabajo.
En ocasiones es difícil discernir entre qué prácticas son correctas y fomentan nuestra salud laboral y cuáles no. Se habla mucho de mantener una buena postura y de hacer descansos para estar relajados y evitar la aparición de posibles dolencias físicas, pero ¿se le presta atención a la salud emocional y mental en el trabajo? En el artículo de hoy hablaré sobre 8 hábitos que pueden ayudarnos a mantener nuestra salud física, emocional y mental con el fin de mantener el equilibrio y a la vez ser más productivos.
Tu tiempo libre es para ti
¿Eres de los que al salir de la oficina sigue trabajando? Conozco a muchas personas que se convierten en zombis laborales, y digo zombis porque al no permitirse descansar del trabajo, caen en un ciclo de desgaste diario que no les permite pensar con claridad, y por lo tanto, no les permite solucionar eficientemente los dilemas que se presentan día a día.
Es importante entender que una mente descansada y relajada, es objetiva, creativa, ágil y efectiva. Lo que más energía consume, es el pensamiento repetitivo y negativo; de ahora en adelante, al salir del trabajo, concéntrate en disfrutar tu tiempo para ti, descansa, lee un libro, haz alguna actividad que te guste, ejercítate, etc.
Comunicación asertiva
Muchos de los problemas a los que nos vemos sometidos en el trabajo, son el efecto de no saber comunicarnos de forma clara y asertiva.
Ser buenos comunicadores es el escudo contra el descontento laboral, cuando nos piden algo que no podemos hacer, que vulnera nuestros limites, que creemos injusto o cuando transmitimos los mensajes de forma incorrecta y no expresamos nuestras necesidades, terminamos llenos de frustración. Aprender a comunicarnos, nos da la capacidad no solo de transmitir nuestras necesidades y derechos, sino también de escuchar las necesidades y derechos de quienes nos rodean, nos da seguridad y confianza, nos ayuda a establecer límites, a ganar respeto y a gestionar tu emociones.
Duerme y aliméntate bien
Como mencioné en el primer punto, si la energía está por los suelos, pierdes la claridad mental y la objetividad, por esto es de suma importancia que recargues el cuerpo de forma adecuada, y que le des el combustible idóneo para que funcione bien.
Evita los alimentos procesados y pesados porque no solo necesitan más energía para ser digeridos, sino que tampoco te proporcionan los nutrientes necesarios para estar despierto, atento y enérgico. Una buena dieta debe estar equilibrada y ser saludable. Olvídate de la máquina de vending, de los azúcares procesados, etc. Intenta tener snacks saludables como frutas o nueces y sustituye las bebidas carbonatada por agua.
Ordena tu espacio y ordena tu mente
Un espacio desordenado te hace lentos e ineficiente; está comprobado que la mente y el estado de ánimo responden al desorden. Mantener el escritorio limpio y ordenado mantendrá tu mente limpia y ordenada.
Estiramientos y yoga laboral
Cuando se trabaja sentado por largas horas el cuerpo comienza a resentirse. Estirar a través del yoga relaja nuestro cuerpo, evita posibles dolencias lumbares y de columna, reduce la fatiga, mejora la creatividad y la concentración y reduce el estrés. Estas son algunas de las posturas que puedes realizar fácilmente en el trabajo.
Evita la fatiga ocular
Pasar horas frente al computador y el móvil requiere un esfuerzo visual lo que produce en nuestros ojos, escozor, visión borrosa, sensibilidad, etc. con el fin de evitar la fatiga ocular, conviene hacer una pausa de 5 minutos por cada hora de trabajo.
Utiliza tu 5 minutos de pausa para mirar a lo lejos, aumenta el parpadeo, cierra tus ojos y muévelos hacia los 4 puntos cardinales, utiliza tus palmas para permitir que tus ojos permanezcan sin luz por unos instantes y aplica lágrimas naturales si sientes sequedad.
Postura adecuada
Vista: los ojos deben estar alineados con la parte superior de la pantalla.
Cuello: mantener siempre la mirada hacia el frente.
Codos: apoyados sobre la mesa y cerca del cuerpo.
Antebrazos: apoyados en el escritorio, Mantener un ángulo de 90º con respecto al brazo, los elementos que uses con frecuencia deben estar a tu alcance.
Muñecas: alineadas con el antebrazo.
Espalda: debe mantenerse apoyada en el respaldo, manteniendo su curvatura natural.
Cadera: los músculos deben estar paralelos al suelo.
Muslos: es importante que conserven un ángulo de 90º con respecto al tronco.
Gemelos: conservar siempre un ángulo mayor a 90º frente a los muslos.
Pies: siempre apoyados sobre el suelo.
Cómo sentarte bien si estás sentado todo el día – imagen de chairadvisor.com
Condiciones del espacio de trabajo
Luz: Preferiblemente tener fuentes de luz natural, de no ser así, es importante que los focos se ubiquen sobre nosotros.
Silla: Con espaldar y reposa brazos, la altura de la silla debe permitir que nuestros pies se mantengan apoyados en el suelo.
Escritorio: Debe permitir que la pantalla del ordenador se ubique a 60 cm de nosotros.
Ordenador: Debe ubicarse frente a nosotros para evitar que el cuello tenga que realizar torsiones continuas.
Pantalla: Evitar que la luz que refleja la pantalla sea incómoda para los ojos.
Estos 8 hábitos tan sencillos pueden transformar positivamente tu rutina laboral ¿Te atreves a ponerlos en practica?