Queremos obtener la independencia financiera/prosperar/que nos cunda el dinero/ser ricos. Muy bien. Por un lado tenemos a los asesores financieros diciéndonos que se trata de ahorrar, conocer nuestra fuente de ingresos, saber cuánto vale nuestro dinero, etc. Por otro lado, tenemos a quienes se limitan a decir que nos concentremos en la abundancia, que ésta llegará. Ley de la atracción, ya está. Lo que veo también es que los hay que, pese a leer artículos y asistir a algunos cursos de finanzas personales, no terminan de avanzar en este tema. Es como si hubiera algo que los retuviera. Ese fue mi caso también.
Ojo, que esto es independiente de la cantidad de dinero que tengas.
A mí me gusta hablar sobre el dinero. Me acuerdo que en 2017 (hace un año, ojo), una de las primeras frases que le dije a un mozo que me pareció guapo fue: “Fíjate, uno de mis objetivos para el año que viene es mejorar mi relación con el dinero”. A mi modo de ver la “relación con el dinero” es, primero, lo que es el dinero para ti; segundo, lo que crees que hace; tercero, lo que crees que te hace. Una persona que francamente —interiormente— piensa que el dinero es un servidor que te ayuda a vivir una vida más plena manejará su dinero de manera diferente que alguien que cree que el dinero es fuente de problemas.
En estos meses, mientras escribía artículos sobre finanzas personales y hablaba de los temas con mis amigos, me di cuenta de que una gestión satisfactoria de las finanzas personales no es posible si nuestros pensamientos no lo permiten. Con ello, sí, me estoy metiendo en un tema de autoestima, y de estima en general. Al igual que en el amor, en el dinero muchos tendemos a tener creencias que constriñen nuestro comportamiento o nos ponen a la defensiva.
Hoy —buenas noticias— es un buen día. Es día de observar las creencias limitantes sobre el dinero, y saber qué hacer con ellas.
Antes de nada: vas a pensar qué es el dinero para ti.
Qué es el dinero para ti.
Con franqueza, por favor. No creo que me digas que el dinero es algo malo. Sin embargo, puede que en lo más profundo de tu pensamiento creas que el dinero es raíz de males porque te lo han enseñado de pequeño, o creas que el dinero es lo que hace que la gente se corrompa, o que el dinero es lo que emponzoña a la gente y les hace unos rácanos. También puedes pensar que el dinero te hará un imán de amigos falsos, de gente que querrá ligar/casarse contigo únicamente por interés, o que hará que tus hijos se peleen cuando mueras. O que el dinero te hará más propenso a robos o a que te quieran secuestrar. O que el dinero hará que toda la gente de tu alrededor comience a pedirte. Puede también que creas que el dinero es algo para otros, pero no para ti, porque tú no te lo mereces. Puede que me mires arqueando una ceja, pero estas creencias hacen que mucha gente diga que quiere dinero, pero en realidad le tenga miedo. Y este miedo es un sabotaje.
El dinero es, en realidad, una herramienta. Desde mi punto de vista es algo que si es tu servidor, te facilita la vida. Tener el dinero controlado —ojo, no he dicho ser rico, he dicho tener el dinero controlado— es un paso para tener la vida controlada.
Creencias limitantes sobre el dinero,
Y qué hacer con ellas.
I. “No soy buena con el dinero”
Creer que no eres buena con el dinero hace que no lo seas. Las creencias dan lugar a acciones, y las acciones, obviamente, resultados. Esas actitudes son las que antes de hacerte bueno con el dinero, te inducen a seguir actuando sin ver resultados. Antes de decirte a ti mismo que no eres bueno con el dinero, te propongo tomar acciones pequeñas que te ayuden a ganar competencia y confianza en ti mismo. Un ejemplo es prestar atención a tu cuenta corriente todas las semanas. Otro ejemplo es empezar a tener constancia de lo que gastas para irte conociendo. Pero no volver a decir que el dinero no se te da bien. Cada vez que no te valoras a ti mismo diciendo “Uf, el dinero no se me da bien” te estás retirando del juego. Y nadie gana un juego si se retira.
II. “Prefiero que lo maneje mi pareja/que lo haga otro”
Hubo una temporada de mi vida en la que mi sueño era casarme con un economista. ¡Porque él se iba a encargar de las finanzas, de los presupuestos, de todo! Yo no tendía que encargarme de hacer presupuestos, como una princesa de Disney. La verdadera razón es que el dinero me daba miedo, y pensaba que no era lo suficientemente sensata como para manejarlo sin que se me escurriera por los dedos. Por supuesto, es completamente respetable no querer gestionar las finanzas personales, pero si el objetivo es tener el control de tu dinero, aunque cueste, hay que coger un papel y un bolígrafo y comenzar a ser independiente. Paso a paso.
III. “La gente con dinero se vuelve rata / el dinero es muy carnal”
Cuando juzgamos a alguien por tener algo —normalmente dinero—, hay gente que asume que esa persona tiene dinero por haber robado, estafado, etc. Será porque en los medios de comunicación nos hacen el flaco favor de mostrarnos gente rica corrupta, o rica mediante medios poco aceptables. Pero oye, hay gente que tiene dinero y se lo merece, porque ha trabajado dura y limpiamente para tenerlo. Y, por cierto, cuando juzgamos a una persona que tiene dinero, en el subconsciente estamos implantando la idea de que el dinero es malo, por lo que no nos permitirá ir a por el dinero.
El dinero es un cambio de valor. Piensa una cosa: lograr aportar valor a tu vida o a la vida de otra persona porque el dinero que tienes te lo permite es una forma de hacer feliz a otra persona. Aportar valor no significa solo regalar dinero o hacer regalos, es poder estar al lado de una persona en un momento importante porque tienes dinero para pagarte el desplazamiento sin tener que depender de nadie, por dar un ejemplo. Y eso no es ni rata ni carnal.
IV. “El dinero no da la felicidad”
En parte es verdad, pero de verdad, por qué hay gente que sigue usando esta sentencia como escudo. El dinero da libertad para hacer las cosas que mejoran tu calidad de vida, y la de los demás. Un ejemplo: tu madre prefiere que tengas dinero y que un día aparezcas haciéndole un bonito regalo a que no lo tengas y ella te tenga que hacerte tuppers todas las semanas. Esto es así. Además, puedes aportar más valor y felicidad a la gente teniendo dinero que estando en la ruina. Más dinero no es más problemas; es más oportunidades de crear felicidad en cada aspecto de tu vida.
Las gestión optimizada de las finanzas personales es posible desde una mente libre de limitaciones. Podrás ser bueno con tu dinero en tres meses, hacerte presupuestos, invertir en ti o incluso llegar al nivel de cuidar tus finanzas sin hacer números. No te quedes en este artículo sin más; tampoco te quedes en el análisis. Si quieres, podemos seguir hablando de esto, escribe un comentario o escríbeme en Twitter. Nos gusta hablar de temas relevantes.
Vamos, que ya lo tienes.
Imagen: chuttersnap