Las finanzas en las parejas pueden ser algo delicado y que, a veces, pueden afectar a la relación. Así que en este artículo trataré de darte un par de formas de trabajarlas y algún consejo que creo que puede ayudarte.
Lo primero que quiero decirte, es que muchas veces tratamos el dinero o las finanzas como un tema tabú en la pareja, y me parece un error enorme; hay que hablar sobre finanzas, es parte importante en nuestra vida, te guste más o te guste menos. En nuestra sociedad las finanzas son algo fundamental para vivir y hay que afrontarlas de cara.
Lo segundo, todo lo que voy a decir está basado en mi experiencia asesorando a parejas y en mi experiencia personal, aunque puede haber mil formas, y la mejor para ti siempre será con la que te sientas más cómodo, en este caso tú y tu pareja.
Dentro de la forma habitual sobre cómo se administran las parejas suele haber dos vías predominantes:
AL 50%.
Esta es simple, los gastos comunes se dividen entre dos y cada uno paga su mitad. Para muchos la forma más justa. Cierto es que puede traer problemas: hay que darse cuenta que si los ingresos de la pareja no están equiparados, el que cobre más se tendrá que equiparar al nivel del que cobre menos o el que cobre menos vivir al límite. Esto puede generar malestares, ya sea “porque uno viva por debajo de sus posibilidades” o porque el otro “no se pueda dar caprichos”.
Proporcionalmente.
Esto consiste en pagar gastos proporcionalmente a lo que gana cada uno. Este modo mitiga los desequilibrios económicos. Aunque, igual que el otro, puede traer problemas porque uno paga más que el otro y puede generar una lucha de egos en la relación.
“¿Cuál es mejor de las dos, Óscar?” Te digo lo mismo que antes, la mejor es con la que tú y tu pareja estéis más cómodos, las dos pueden ser buenas y las dos pueden ser malas, incluso puede haber más, pero como digo he puesto las más comunes.
¿Qué sería lo siguiente? Una vez que ya sabemos cómo vamos a dividir los gastos, vamos a ver cómo los pagamos. Igual que antes aquí hay dos formas predominantes:
Cada uno paga unos gastos
Es decir, tú pagas unos gastos (por ejemplo, luz, agua, compra, etc) y tu pareja otros (por ejemplo alquiler). Se puede aplicar tanto proporcionalmente como igualitariamente.
Cuenta común
Cada uno aporta una cantidad a una cuenta corriente común y de ahí se paga todo. Como consejo, la cantidad que se añade mensualmente a la cuenta común es mejor que sea un poco mayor que los gastos, de esta forma no hay devolución de recibos, ni problemas de que tengas que estar atento al saldo de la cuenta.
Igual que antes no me he decantado por ninguna de las dos opciones, si te digo, que aquí, soy más partidario de la segunda, porque al final es mucho más cómodo y fácil.
Sé que puedes pensar que no te he dado “la receta perfecta”, la solución ideal, pero es que yo soy partidario de dar opciones, herramientas e ideas. No creo que haya una mejor solución para todas las parejas, ni para todas las personas, las finanzas personales, son personales y cada persona es un mundo, en este caso hablamos de parejas, eso son dos mundos juntándose … Así que lo diré una última vez para que no se te olvide, yo te he dado ideas basadas en la experiencia, que espero que te ayuden, pero la mejor solución va a ser con la que tú y tu pareja estéis más cómodos.