Y preparar el próximo verano
La mayoría aprovechamos el verano para irnos de vacaciones o para salir a tomar algo, esto siempre incrementa nuestro gasto, incluso es probable, que si no me hiciste caso en mi artículo de Cómo gastar menos en verano, te haya descuadrado los presupuestos del año, por eso septiembre es una buena época para que planifiques cómo recuperarte de esos excesos económicos.
En casi todos mis artículos, de esta índole, verás que siempre hablo de planificar, y es que creo que planificar es la base para evitar el gasto descontrolado. La planificación y la constancia será la base para que consigas tus objetivos teniendo una buena salud financiera.
Lo primero, no te sientas mal por haber gastado más de la cuenta, ya está hecho, “no llores por la leche derramada”. Ahora toca recuperarte. Esto no quiere decir que te olvides del verano, al revés, tienes que mirar al pasado para ver que quieres en el futuro. ¿Qué quiero decir con esto? Que es el momento adecuado para empezar ya a ahorrar para el verano que viene y que no se repita la historia.
Ya he hablado en otros artículos de cómo calcular tus gastos fijos, si no los sabes calcúlalos ya. Sabiendo tus gastos normales sabrás cuanto te han aumentado los gastos durante los meses de verano. Una vez que sabes esto, y eres consciente de ello, ya puedes hacer una estimación de cuanto dinero necesitarás el verano que viene, si ya sabes lo que vas a hacer en 2020, será mejor todavía porque podrás estimarlo mejor.
Llegados a este punto, sabes tus gastos, sabes lo que ganas y sabes cuanto quieres gastar dentro de casi un año. Lo único que tienes que hacer es acoplarte a la realidad.
Si a tus ingresos le restas tus gastos fijos obtendrás lo que se llama tu capacidad de ahorro. Bien, pues vas a guardar parte de esa capacidad de ahorro para gastártelo el año que viene.
Siguiente pregunta que te asalta: “Vale, ¿pero de mi capacidad de ahorro cuánto guardo?”. No hay una respuesta exacta, depende de tu situación, pero como indicativo te diría que guardes alrededor de un sexto de tu capacidad de ahorro y como muchísimo un tercio de esa capacidad. ¿Por qué digo esas proporciones? Porque tienes que tener planificados tus objetivos a otros plazos (largo y medio), las vacaciones son un objetivo a corto plazo que no pueden comerse a tus otros objetivos en la vida.
Voy a ponerte un ejemplo con números, si tú ganas 2.000€ y gastas al mes 1.100€, tu capacidad de ahorro serán 900€. El verano que viene te gustaría gastarte 2.000€, tienes nueve meses para ahorrarlos, es decir, de tu capacidad de ahorro deberías destinar unos 230€ al mes, y nunca más de 300€. Si necesitases guardar más de 300€ al mes, tal vez tengas que bajar la cantidad que te gustaría gastarte el verano próximo.
Ahora que sabes cuánto ahorrar, vamos a ver como hacerlo. Esto es lo más simple de todo, manda todos los meses 230€ a una cuenta corriente que no debes tocar, ese es tu dinero para vacaciones, eso es un compromiso contigo mismo, no te hagas trampas al solitario.
De esta forma el verano que viene tendrás más de 2.000€ en una cuenta listos para gastártelos en disfrutar. Si por un casual gastas menos, ya tendrás más dinero para el verano siguiente, o para lo que quieras. Desde luego lo que seguro que consigues es evitar despilfarros o créditos para vacaciones que al final sólo consiguen endeudarte.
Recuerda que hay tres días en la vida: “hoy, ayer y mañana” y sólo puedes actuar en el hoy, así que hazlo hoy para que mañana no te arrepientas del ayer.