Aunque Marie Kondo haya sacado ahora una línea de productos que no valen para nada y que son absurdamente caros —ironías de la vida—, me voy a quedar con lo esencial. O sea, lo que importa saber. Y te interesa seguir leyendo porque quieres que tu dinero te haga feliz, y porque viene una crisis. Lo dijo Óscar en su último artículo, y lo dicen los que analizan —no sé si la crisis vendrá de por sí, o si la provocarán de tanto alarmarse.
Han creado el término «minimalista financiero», y hay gente que responde riéndose: «‘Minimalista financiero’ es el nuevo ‘pobre'». Puede ser, pero si el concepto puede ayudar a que ganes más riqueza y libertar, mejor. Y las risas nunca sobran. ¿Se puede aplicar la filosofía de Marie Kondo, aunque haya gente que la deteste?
Sí. Te cuento cómo:
Agrupar los gastos por categorías, en lugar de por cantidades (Puedes hacerlo tú en un cuaderno, o tu aplicación bancaria puede ayudar)
Cuando agrupas los gastos de los niños (educación, deportes, ropa, pagas..), las mascotas, el piso (facturas, gas, agua, teléfono, Netflix, seguros…), la comida, el ocio, la formación, ropa, ahorros, otros… consigues ver claramente la relación entre lo que ganas y la cantidad de dinero que se lleva cada ítem. Lo que lleva directamente al siguiente paso: pulir cada grupo. Marie Kondo dice que te quedes solamente con lo que te gusta, valoras, usas y aprecias.
Por un lado, te dicen que vayas sin dinero en efectivo. Por el otro, te dicen que vayas sin las tarjetas. ¿A quién hacer caso? A ninguno. Puede que tengas límites en el presupuesto para ese mes, y esa vez te convenga salir de casa sin monedero y pasar lo menos posible por las tiendas. Pero puede caerte una multa por lo que sea y que tus tarjetas (o tu fondo de emergencia) te salven la vida. O que necesites algún producto de una tienda (de las que todavía están en eso de decir) que no acepta tarjetas como medio de pago
Comienza a hablar positivamente de tus finanzas.
Cuando te atascas en la rutina de decir: «Oh, no tengo dinero», «No me llega», «Soy/estoy pobre», inevitablemente te bloqueas, y me permito añadir que atraes lo que llamas. En vez de eso, mejor pasa por tus cuentas bancarias con calma y positividad (y por tus cuentas de ahorro), y permítete apreciar dónde estás, lo que puedes hacer y hasta dónde has llegado. Respétate, apréciate, y si necesitas ayuda, a por ello. Sin estrés, sin drama. Si lo llevas mal, seguramente a tu alrededor hay alguien con sentido del humor y serenidad que honestamente te será de ayuda o de inspiración. En los artículos de finanzas personales hemos dejado un plan de acción gratuito que aplicado con paciencia da muy buenos resultados.
Elimina las distracciones + calidad ante cantidad o barato.
Las distracciones que te hacen comprar por comprar. Porque normalmente cuando compras por comprar generalmente no sueles comprar cosas buenas.
Esa bufanda de esa tienda de fast fashion que te llama, que es muy suave pero en cuanto dejes los 14 euros echará bolas y se alegrará de dejarte pelusas y al final acabará en el armario con otras 7 bufandas porque te da pena tirarla, pero la has comprado porque ibas por el centro comercial y te apeteció; pero en realidad no te hacía falta, y lo sabías, pero tenías el monedero en la mano y por qué no*. Probablemente no la hubieras comprado si fueras a body combat después del trabajo. Pero no dejaré de decirte que te ahorrarás dinero en ropa si compras ropa de buena calidad y —ojo— la sabes cuidar. Vamos, que no destruyas una camisa por dejarla en la secadora. Lo mismo pasa con las redes sociales, y por eso insisto en que en Instagram solo hay que seguir las cuentas que te aportan valor. Por ejemplo, si te interesa minimizar a nivel financiero e invertir en tu bienestar físico, puede que quieras dejar de seguir cuentas de influencers y seguir cuentas hashtags de yoga, Home workouts, y de rutinas de 5 minutos.
En la tecnología también. Te interesa tener tus aparatos bien cuidados y que la tecnología no te sea un estrés. Para eso es bueno tener cerca las garantías y los manuales de tus aparatos y que si algo te puede durar 5 años, que no te dure 3. En línea con eso, tu fondo de emergencia y tus ahorros te ayudarán a que las emergencias o los grandes desembolsos anuales no te duelan.
Otra cosa es desterrar la mentalidad de que todos los planes necesitan ser caros para valer la pena (no por eso vas a ser un tacaño). Y buscar eliminar el estrés de tu vida lo más posible, para que la serenidad te guíe en las mejores decisiones.
Y hablando de la tienda excéntrica de la que los medios hablan: personalmente creo que una persona puede aspirar a tener las finanzas muy ordenadas sin que eso anule el poder tener objetos de deseo al precio que sea. Y por otro lado, la tienda puede ser una inspiración para darle un toque divertido a la vida. No por tener las finanzas (o la casa) muy ordenadas vas a dejarte caer en ser ahora una persona aburrida y sosa. Se trata de que tu dinero te ayude en el arte de ser feliz.
*Profesores malvados, podemos poner esta frase para un análisis sintáctico