Cada vez que pregunto a un grupo si quieren vivir muchos años, todos levantan inmediatamente la mano. Sin embargo, si les propongo vivir 100 años más a partir de ahora, pero en un coma profundo, nadie se apunta a esta opción.
¿De qué sirve vivir, si no somos capaces de sentirlo?
Lo que nos importa no es el tiempo transcurrido según el calendario, sino cómo lo experimentamos. El reloj se mueve por las leyes de la física. Nuestra experiencia del tiempo es distinta en cada momento; hay horas que se nos hacen eternas y otras que nos parece que pasan en un suspiro. Esto es algo personal, no siente lo mismo el dentista practicando una endodoncia, que el paciente. Cuando tenemos un trabajo tedioso el tiempo parece que se detiene, miramos el reloj esperando que falte poco para la hora de comer; pero no son todavía las diez de la mañana.
En otras ocasiones, cuando estamos inmersos en una actividad absorbente, alcanzamos el estado de flow y perdemos la noción del tiempo; pasan las horas sin darnos cuenta.
Sin embargo, la sensación del momento no es lo que perdura en nuestra memoria.
Al cabo del año ¿qué sensación de haber vivido tenemos? Las miles de horas de aburrimiento, que en ese momento nos parecieron interminables, no dejan apenas huella en nuestra memoria. Los momentos que hemos vivimos con intensidad, y que quizás pasaron velozmente, quedan marcados en nuestro recuerdo. Son los que nos dan sensación de haber vivido.
Aquiles se enfrentó al siguiente dilema: una vida corta y gloriosa, o larga en años y anodina.
Su elección le llevó a combatir y morir en la guerra de Troya. De no haber sido así, no se hubiera convertido en un mito.
«Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver…»
De la película “Llamad a cualquier puerta”
El ansia por experimentar emociones fuertes lleva a algunos a tomar drogas peligrosas, o a practicar deportes de alto riesgo. Una actitud que es más frecuente entre algunos jóvenes. Los que, en teoría, tendrían más que perder: tienen gran parte de su vida por delante.
¿Es necesario vivir la excitación del peligro para sentirse vivo? ¿La alternativa es una vida anodina, como la que rechazó Aquiles?
Quizás no se trate de buscar cosas apasionantes, sino de poner pasión en las cosas. Por más que nos puedan parecer sencillas. Disfrutar viendo jugar a un niño o practicando Taichí. La pasión, como el arte, está en los ojos del que mira.
¿Cuáles son los mejores recuerdos de tu vida? ¿En qué situaciones o haciendo qué? Esto te dará una pista sobre qué puedes hacer en el futuro para sentir que satisfacción en tu vida.
Aprovecha el tiempo, porque es la materia de la que está hecha nuestras vidas.
Quien pierde el tiempo, malgasta su vida. Quién aprovecha el tiempo aprovecha la vida.