Hay quien piensa que elegir la “tierra de los conquistadores” como destino para sus vacaciones es inapropiado (por decirlo de alguna manera), generalmente personas que conocen poco o nada la región, y que la visitaron hace tanto tiempo que aún perdura en su memoria esa imagen polvorienta del pueblo de sus abuelos.
Pues bien, he de decir al mundo entero que Extremadura es un paraíso en sí mismo. Aúna su brava y extensa naturaleza, la arquitectura más emblemática de cada época y la generosa honestidad de sus gentes.
Si os contara todos mis rincones favoritos, no podría “subir” este artículo de lo que pesaría, pero sí que os voy a hablar de algunos de los lugares que toda persona debería conocer, obviando los típicos destinos que pueden ser Cáceres o Mérida.
La Serena tiene una de las ciudades más importantes de Badajoz, Villanueva de la Serena, conocida como “la puerta” de esta comarca. Bañada por el Guadiana y su afluente, el Zújar, decorado su cielo con majestuosas cigüeñas, esta localidad últimamente es muy conocida por ser la cuna de la tortilla de patatas. ¿Que qué? Así es, fue aquí donde está registrada la primera tortilla de patatas del mundo, en el año 1798, según unas investigaciones del CSIC. De hecho, es entre mayo y junio cuando celebran dicho descubrimiento y cada vez se van superando en cuanto a eventos, en los que se pueden degustar originales tortillas hechas por los mejores chefs. Una de las más emblemáticas está en un pequeño restaurante del pueblo, El Imperial y hay quien dice que preparan la mejor tortilla de patatas con almejas… A no ser que seas alérgico, solo puedes salir encantado de esta curiosa explosión de sabor en tu paladar.

Torres del convento de San Francisco, antiguo convento franciscano, en Villanueva de la Serena | Paz Pineda
Ya que estás allí no te puedes perder el impresionante castillo de la Encomienda, una edificación del siglo XIII y admirar desde su fortaleza la llana naturaleza que te rodea. Después puedes ir a tomar una copa de vino al Cortijo de Santa Cruz, un hotel-restaurante de 4 estrellas que te acercará un poco más a la gastronomía y vinicultura de la tierra, que sin duda, es uno de sus puntos fuertes.
Recientemente, no muy lejos de allí, en un pueblecito llamado Medellín, un teatro romano increíblemente bien conservado, a pesar de haber estado miles de años enterrado bajo el rico suelo pacense, ha “aparecido”. A las faldas de un castillo medieval con arquitectura defensiva y junto a un esplendoroso Guadiana que pasa sin preocupación por bajo su puente medieval aún transitable, este teatro, ha hecho las delicias de todo visitante y paisano de la zona que en los últimos veranos ha podido disfrutar de conciertos en directos en sus gradas de artistas internacionales de la categoría de Ara Malikian o Pablo López. Se dice que la acústica es incluso mejor que el del teatro romano de Mérida y, sin desmerecer al emeritense, es alucinante vivir la música en directo en un ambiente tan exclusivo como el que proporciona esta joya arquitectónica con el castillo iluminado a tus espaldas y el río a tan pocos metros.
El puente romano de Medellín, desde lo alto del castillo | Paz Pineda
Algo que no te puede faltar por ver en la comarca de La Serena, es su pantano. Esta obra del hombre es impresionante cuando en años tan lluviosos como el que hemos tenido el agua cae como si de un completo apocalipsis se tratara. Inaugurado en el año 90, es uno de los mayores embalses de Europa con una capacidad de más de 3.000 hm cúbicos de agua. Merece la pena visitarlo, te darás cuenta lo que es capaz de hacer el hombre contando con la impresionante ayuda de la madre naturaleza.
Muchos sentencian que para que un lugar esté completo tiene que tener una playa cercana. ¡Justo! Extremadura no solo es digna de algunas de las mejores piscinas y gargantas naturales, sino que es la única comunidad del país con una playa artificial con la Q de calidad, categoría que solo tienen las mejores costas de España, y con bandera azul, por su accesibilidad, el respeto por el medio ambiente y la calidad de sus aguas cristalinas. Esta playa lleva el nombre del municipio en el que se encuentra, Orellana la Vieja, y es perfecta para hacer un alto en el camino y pasar un día divertido en familia o con amigos, alquilar alguna embarcación o disfrutar de sus chiringuitos.

Jardines del monasterio de Yuste. Fotografía de archivo
No es que no haya más rincones pacenses que merezcan la pena, pero no quiero dejarme en el tintero otro de mis lugares favoritos y que más me impactaron cuando era pequeña. Cuacos de Yuste es un pueblo cacereño perteneciente a la Vera, gran conocida por sus cerezos en flor, su pimentón, sus paradores y ahora también lo recordaréis por la increíble historia que comparte con la monarquía medieval española. Además, de sus ermitas, monumentos, la casa de Juan de Austria y hasta un cementerio alemán, existe un lugar mágico en el que terminó sus días Carlos I de España y V de Alemania. El monasterio de Yuste es un diamante del siglo XV capaz de adentrarte en un mundo casi etéreo en el que no sabes qué forma parte del hoy y si somos merecedores de lo que nos dejaron los de ayer. Si a tu imaginación no le hace falta mucho para recrear ambientes, en las estancias del convento serás capaz de ver al monarca postrado a su cama o subir toda la corte a caballo por su magnífico acceso rodeado de altísimos y milenarios árboles.
No muy lejos de allí, como puerta del valle del Jerte, está Plasencia. Aunque se cree que ya en la prehistoria era un lugar habitable, fue fundada como ciudad en 1186 por Alfonso VIII y su nombre no fue elegido al azar, ya que en latín venía a significar “para agradar a Dios y a los hombres”. ¿Cómo no visitar un entorno que evoca al placer? Sus bonitas calles de piedra, su parador, su catedral, su muralla, su palacio episcopal… Es perfecto, sin más. Una armonía entre la plenitud de una de las ciudades extremeñas con más actividad y el encanto de la cierta calma que inspira lo antiguo. Y si ya se quiere terminar el día redondo, ve a tomar una copa(s) en la bodega subterráneas del Parador, que no sabes si estás viendo pasar un espíritu decapitado o es producto de algún sorbo de más. Simplemente, sublime.
Real monasterio de santa María de Guadalupe. Paz Pineda
Pasando a la mancomunidad de las Villuercas-Ibores-Jara,de los pueblos más bonitos que te puedes encontrar, me atrevería a decir que en muchos kilómetros a la redonda, es Guadalupe. Siendo el segundo lugar de peregrinación más importante de la península Ibérica (nunca hay que olvidar al afable Santiago y su abrazo), este pequeño pueblo rodeado de una fastuosa sierra tiene “tanto bonito” que nunca te satisface visitarlo. El real monasterio de santa María de Guadalupe como punto principal, se puede contemplar en una plaza rodeada de agradables terrazas desde donde admirar la arquitectura y ponerte al día con lo más rico que uno se puede llevar a la boca (muy recomendable El Rincón). A partir de ahí, no hay rincón feo. El claustro mudéjar, el claustro gótico, la sala capitular, el camarín de la Virgen, la Hospedería, la cantidad de obras de arte que guardan en su interior, incluida una pinacoteca soberbia… Da igual en qué época del año vayas, siempre te va a resultar agradable. No conozco aún a nadie que no haya quedado impresionado la primera vez que lo pisa y está deseando que llegue su “segunda vez”.

En los jardines interiores del monasterio de Guadalupe. Paz Pineda
Tendría que hablar de Trujillo, su feria del queso y sus bodegas HABLA, Monfragüe y sus buitres negros (gracias otra vez Extromoduro), Jerez de los Caballeros y sus iglesias… Como decía al principio, la pasión por mi tierra me nubla el sentido común y podría estar páginas hablando de las maravillas que esconde, más allá de las cabras y vacas que los más ignorantes se atreven a agenciar exclusivamente a Extremadura. Ni que decir tiene que para los amantes del buen comer, y por qué no beber, es tú destino; más ahora que el enoturismo está de moda y la cocina es un arte en sí misma. Si quieres ir de “tranqui”, que normalmente es lo que te pide el cuerpo después de todo el día visitando y viendo, como si buscas diversión, es de las comunidades que más variedad te ofrece.
2 comments
Maravilloso artículo. Derrocha pasión y conocimiento por la tierra…
Se despiertan las ganas de volver… Gran artículo!