Reconócelo, enero es como ese conocido que amenaza con ir a visitarte y ese día llega de sopetón. No es que sea la visita más agradable que esperas en el año, pero dependiendo de cómo te lo tomes, enero puede convertirse en un gran mes.
Para otros es la fecha que pone todo en orden después de tantos días de vacaciones, los días para volver a la normalidad, a una rutina tan necesaria a veces. Pero además de todo esto, el mes está repleto de oportunidades, solo tienes que saber verlas.
1. Enero = deporte
Llegó la hora para los amantes de los deportes de invierno. Hay para todas las edades, todos los gustos y todas las condiciones físicas, y si es con nieve, mejor.
Para los más pequeños siempre se puede optar por una ruta mushing. No se cansarán y les encantará la sensación de velocidad gracias a los grandes perros que irán tirando del trineo.
Aquellos que disfruten de una buena caminata lo harán también con unas raquetas de nieve, descubriendo rincones increíbles cubiertos por un blanco manto.
Los deportes estrellas de la estación siguen siendo el snow y el esquí, pero aparecen novedades como el snow kite, que combina lo mejor de una tabla con una cometa que te elevará y permitirá hacer piruetas en el aire.
Ponte en contacto con una empresa especializada y te recomendarán las mejores zonas con nieve para practicarlos o iniciarte en cualquier modalidad que te apetezca probar. Es el momento.
2. Enero = chimenea
Escápate un fin de semana. Y digo “escápate” porque aunque las vacaciones las tenemos muy recientes, es muy tentador navegar por la red hasta dar con una encantadora casita rural lejos de la ciudad y disfrutar del frío desde dentro.
No es necesario irse muy lejos, en nuestro país contamos con lugares fantásticos en cada provincia con alojamientos para todos los bolsillos. Se suelen buscar sitios con encanto, una chimenea quizás para resguardarte de las bajas temperaturas tras un paseo bien abrigado mientras tomas una copa de vino con unos amigos. ¿A alguien no le apetece?
3. Enero = plato caliente
Ni hasta el más fitness se resiste a un buen plato de comida casera caliente. Volvemos a tener la suerte de habitar en una tierra repleta de costumbres gastronómicas a cual más rica y reparadora para las primeras olas de frío que trae enero.
Si estás en Madrid, un cocido madrileño; para los andaluces un puchero de esos que quitan penas; para los extremeños las migas con torreznos y pimientos va inerte a su ADN; en Palencia para los que tengan un buen estómago una sopa castellana les encantará… y así hasta recorrer cada comunidad autónoma que más te apetezca “devorar” en todos los aspectos.
4. Enero = rebajas
Si existe algo típico de nuestro “primer mundo” en el primer mes del año son las rebajas. Los comercios reducen sus precios y ahí estamos nosotros para volvernos locos con artículos que en el mayor de los casos no necesitamos para nada pero… ¿cómo dejarlos por ese dinero?
Si no quieres lidiar con ociosas personas que “luchan” por el último producto como si les fuese la vida llevarse esa camiseta que seguramente no le valga, pon a cargar tu dispositivo electrónico y compra sin parar desde debajo de tu manta.
No tiene por qué ser solo ropa. Hoy en día son millones las ofertas que puedes aprovechar como viajes, productor de telefonía, música, lectura… Los datos aseguran que “cada español gastará una media de 100 €”. Conozco a más de uno que será algo más.
5. Enero = proyectos nuevos
¿Quién no se ha hecho una lista a finales de año repleta de buenos propósitos para los siguientes 12 meses? Evita los más típicos de apuntarte al gimnasio, aprender inglés e ir a visitar más a tu tía y sé más objetivo.
Es el momento de plantearte qué quieres que siga como está, qué errores quieres evitar a toda costa y qué te gustaría cambiar.
Echa un vistazo a las ofertas laborales y actualiza tu currículum. Nunca sabrás si hay un puesto de trabajo hecho a tu medida si no pruebas suerte.
Saca tiempo para las cosas que realmente te apetecen y merecen la pena. No todo es trabajar, ni estudiar, ni discutir… Los buenos ratitos siempre están ahí, solo tienes que saber valorarlos.
Nos han hecho creer que el lobo es el malo del cuento, que lo bueno siempre es lo que más cuesta y que enero es el primer mes del año y por tanto, el que menos gusta. Tú decides cuál quieres que sea el primero de los 12 meses, como si quieres empezar en mayo. Lo importante es darle la vuelta a la tortilla y disfrutar de cada minuto.